Hay 9 actitudes de mindfulness que debes interiorizar para aprovechar todo el potencial de esta práctica. Hoy vamos a repasarlas.
Parecen muchas, lo sé, pero no te preocupes. Las 9 actitudes de mindfulness están interconectadas de manera que al avanzar en una de ellas te será más sencillo hacerlo en las demás. Por esta razón, es recomendable que te centres en unas pocas, dos o tres, en lugar de tratar de dominarlas todas.
Las 9 actitudes de mindfulness
Mente de Principiante
Se trata de aplicar frescura cuando te enfrentas a una situación. La idea es que un principiante de una disciplina tiene la mente abierta ante lo que se encuentra. Por el contrario, un experto tiene ideas preconcebidas que le impiden percibir la realidad.
Evita vivir anclado al pasado y a los prejuicios que hayas podido asumir debido a tu experiencia. Intenta descubrir lo que se te presenta cada día como si fuera algo nuevo.

No Juzgar
Al juzgar estamos aplicando etiquetas, distorsionamos las experiencias, lo que nos dificulta ver la esencia de la realidad. Evita esas etiquetas: me gusta, no me gusta, es positivo, es negativo, es blanco o negro. Así lograrás entender todos los puntos de vista sin bloquear ninguno.
Es esencial que percibas la realidad tal cual es, sin aplicarle condicionamientos. Si consigues admitir todas las perspectivas y consideras todas las opiniones, pero sin involucrarte emocionalmente, podrás percibir la verdadera realidad.
Aceptación
Acepta las cosas, personas y las situaciones tal y como son. Si tu actitud se centra en resistirte a la realidad te enfrentarás a una gran pérdida de energía y a un grave sufrimiento emocional.
No se trata de que estés de acuerdo o que no desees cambiarla. Pero si tratas de cambiar esa realidad, lo primero que debes hacer es aceptarla sin una reacción emocional que te cause dolor.
Dejar ir o Ceder
«Be water, my friend». Intenta fluir con el cambio, no luches contra él. Permite que cada situación siga su rumbo. Cuando te aferras a un estado que no quieres que cambie te bloqueas ante las nuevas oportunidades que surgen.
Confianza
Sé confiado. Es imposible que seas capaz de controlar cada pequeño detalle de tu vida. Por lo tanto, lo más inteligente es confiar en que todo funcionará como debe.
Sé confiable. Confía en ti, en tu capacidad, en tus sensaciones. Confía en que tu cuerpo y tu mente son tus mejores aliados para conseguir lo que te propongas.
Cuanto más confíes en ti mismo más sencillo te será confiar en que el mundo funciona como corresponde.
Paciencia
Todo lleva su tiempo. Si eres paciente serás más sabio. Ser paciente implica, también, mantener la calma cuando las cosas no se producen como quieres.
Precipitarse es la mejor forma de estropear un trabajo bien hecho. La impaciencia es un reflejo de falta de confianza, tanto en ti como en los demás.
No esforzarse
Si te esfuerzas en alcanzar algo imposible acabarás frustrado. No luches contra la realidad.
Trata de dar lo mejor de ti en cada momento de tu vida. Disfruta del proceso, pero desvincúlate del resultado. Fluye con el momento sin forzar la situación, ni tratando de manipular el resultado.
No reprimas tus emociones ni tus pensamientos. Son esos los que tienen más influencia ya que actúan desde dentro sin darte cuenta.
Gratitud
No cuesta nada dar las gracias. Y demostrarlo es el mejor regalo que puedes hacerte a ti mismo a nivel emocional. Se trata de una forma maravillosa de protegerte ante los pensamientos negativos.

Agradece el momento presente, tu pasado y, además, todo lo bueno que aún no has vivido. Eso te hará más feliz.
Incluso, aunque suene duro, las desgracias son una fuente de aprendizaje por las que se debe estar dispuesto a dar las gracias.
Generosidad
Sé generoso, no sólo materialmente. También ofreciendo una actitud amable y cálida hacia los demás. La generosidad se demuestra tanto dando como recibiendo. Ofrece lo que tengas y recibe con afecto lo que otros quieran darte. Recuerda que ser generoso es un regalo que te haces a ti mismo.
Conclusiones
Las 9 actitudes de mindfulness son las herramientas para alcanzar el estado de atención plena. Como habrás observado hay una gran relación de unas con otras. Por lo que, trabajando unas pocas estarás fortaleciendo indirectamente las demás.
Seguimos con este ciclo veraniego. Veremos si nos es útil.
«La mayoría de las personas son como alfileres; sus cabezas no son lo más importante».
Jonathan Swift