Hoy os voy a comentar algunas características del ciclo de vida de un proyecto para profundizar en lo que ya hablamos en el post sobre el Ciclo de Vida del Proyecto.
¿Cuáles son las características del ciclo de vida de un proyecto?
Fases consecutivas / Fases simultáneas
Es habitual que el paso de una fase a otra sea secuencial y, además, está claramente definido. Para establecer el final de una fase y el principio de otra se toma como referencia haber alcanzado un objetivo de nivel técnico determinado. Te pongo un ejemplo, estamos desarrollando un proyecto de implantación de una herramienta informática a través de una página web. En este caso, una fase puede ser desarrollar la herramienta informática. Esta fase no se considerará concluida hasta que la aplicación no sea plenamente operativa. Será en este momento cuando dé comienzo la siguiente fase, la promoción en Internet.
Pero no siempre es así. En ocasiones hay fases que coinciden en el tiempo ya que no se requiere una finalización del producto de una de las fases para el desarrollo de la otra. Piensa que mientras se está desarrollando la herramienta informática, en paralelo, el departamento de diseño puede estar preparando logos, estilos, etc. De manera que ambos trabajos se hacen en paralelo. Cuando el resultado de ambos departamentos haya concluido comenzará la implantación en la web.
El consumo de recursos crece al inicio y decrece al final

La distribución del consumo de los recursos es una de las características del ciclo de vida de un proyecto. Tanto la necesidad de personal, como de recursos económicos comienza siendo reducido y crece progresivamente hasta alcanzar un nivel máximo en las fases intermedias. A partir de este punto el consumo de recursos va disminuyendo a medida que se acerca la conclusión del proyecto. Generalmente las fases intermedias son las que generan más actividad. Esto es lógico, considera que al principio, con el arranque, la planificación y la puesta en marcha, aún no están todos los grupos de trabajo en pleno funcionamiento. Y, claro, al final, cuando quedan los últimos retoques y gran parte de los grupos de trabajo han acabado sus labores en el proyecto.
Siguiendo el ejemplo. En la fase inicial se reúnen los interesados con el jefe del proyecto, le explican sus necesidades y buscan el objetivo. Durante el proceso de planificación los gastos y el uso de recursos es muy limitado. Hacia la mitad del proyecto están la mayor parte de los grupos de trabajo realizando actividades para el proyecto. Finalmente, en las fases finales del proyecto, es tan sólo el departamento de marketing quien interviene en la promoción.
Coste de los cambios creciente

Otra de las características del ciclo de vida de un proyecto es que a medida que avanzan las fases del proyecto el coste de cualquier cambio se dispara. Los cambios en el planteamiento del proyecto son más fáciles de desarrollar en las fases iniciales que cuando el proyecto está cerca del final. En estos momentos los cambios suelen implicar rectificaciones que obliga a afrontar gastos extra. Ya hablamos de los problemas de las desviaciones en el presupuesto del proyecto.
Pongamos el caso anterior. El coste de hacer cambios en requerimientos de la aplicación antes de comenzar la programación implicará simplemente un replanteamiento. Sin embargo, una vez concluida la programación realizar adaptaciones suele conllevar mucha dedicación en programación, revisiones, pruebas, etc.
“Las personas que tienen poco que hacer son por lo común muy habladoras; cuanto más se piensa y obra, menos se habla”.
Charles de Montesquieu