Hace unos días me preguntaron si se podía hacer una consultoría de gestión de proyectos a distancia. Te cuento mis impresiones.
Consultoría de gestión de proyectos a distancia
Mi primera reacción fue decir: sí, ¿por qué no?
En una consultoría no llevo la gestión diaria, no tengo que estar presente en el desarrollo del proyecto. Yo ayudo al responsable a poner en marcha el proyecto, les oriento sobre los pasos a seguir, las herramientas a utilizar, lo que deben tener en cuenta. ¿Por qué necesitaría estar ubicado en el mismo lugar en el que se lleva a cabo la actividad?
A decir, verdad, siempre he estado cara a cara con quien me ha contratado. Pero, por otra parte, de entre todos mis lectores, sólo una pequeña parte están ubicados en Madrid o un área cercana. Gran parte de aquellos se encuentran en América Latina. Sin embargo, nunca me han pedido ayuda para poner en marcha un proyecto allí. Tal vez, ¿piensan que no es viable? Entonces empecé a valorar los inconvenientes que pueden surgir en una consultoría de gestión de proyectos a distancia.

Habitualmente me desplazo a la oficina del empresario o del emprendedor que me contrata. Ahí entramos en contacto, conozco su idea y a su equipo. Después, gran parte del trabajo lo realizo en mi despacho. En ocasiones, me hacen llegar cierta información y nos comunicamos por medio de correo electrónico o alguna herramienta de mensajería.
Unos días después nos volvemos a encontrar. Les entrego y explico la documentación de la propuesta de proyecto. Si lo vemos necesario seguimos en contacto hasta presentar, de nuevo en su oficina, la consultoría definitiva. Incluso a lo largo de la ejecución del proyecto, si lo solicitan, se puede repetir ese ciclo de comunicaciones a distancia y encuentros cara a cara. Así resuelvo dudas y aporto soluciones a las dificultades que surjan.
Pero… ¿y si nos separan miles de kilómetros?
Los problemas de una consultoría de gestión de proyectos a distancia
Existen inconvenientes, sin duda.
Ante la imposibilidad de realizar reuniones presenciales podemos comunicarnos por medio de videoconferencias. ¿No funcionaría igual? Probablemente no. Es muy posible que se pierdan las ventajas del contacto humano. Quizá haya matices que no se captan igual en un contacto directo que a través de una webcam.
¿Existen diferencias culturales y de idioma? De nuevo, sí. A pesar de que compartimos la lengua y las raíces, hay pequeños detalles que suponen un contraste entre España y América Latina. Hay expresiones lingüísticas que difieren según el país. Lo mismo ocurre con aspectos culturales distintos en cada área geográfica.
Otro tanto ocurre con cuestiones legales. La normativa de cada país establece unas leyes particulares que condicionan el desarrollo de la actividad de distintas maneras.
La diferencia horaria entre América y España supone otra limitación. Los momentos de trabajo coincidentes se reducen en comparación con el caso en que ambas partes compartan el huso horario. No obstante, encontrar un espacio de tiempo en el que realizar esos contactos directos no debería ser demasiado complicado.
¿Son dificultades insalvables? No, en mi opinión no lo son. Es cierto que todas esas desventajas están ahí y no podemos obviarlas. Sin embargo, disponemos de medios y si contamos con la voluntad para superarlas, una consultoría de gestión de proyectos a distancia es posible.

Enfocar una consultoría de gestión de proyectos a distancia
Dicho todo esto, parece que no compensa buscar apoyo para la gestión de proyectos a distancia. Pero yo quiero vencer a esta idea. No quisiera que se olviden proyectos en un cajón. Todos esos inconvenientes no deberían ser la causa de que grandes ideas se queden aparcadas.
Te hago una propuesta: un descuento del 50% para consultorías con América Latina.
La distancia no debería ser un impedimento para poner en marcha proyectos. Sólo se necesita buena disposición, voluntad y un poco de esfuerzo. Ahora que se acercan las Navidades acortemos las distancias.
«La distancia, que es el impedimento principal del progreso de la humanidad, será completamente superada, en palabra y acción. La humanidad estará unida, las guerras serán imposibles, y la paz reinará en todo el planeta».
Nikola Tesla