El primer paso que debes dar antes de comenzar un proyecto es elegir metodología. ¿Cuál es la más adecuada? Hoy hablamos de eso.
¿Cómo elegir metodología para tus proyectos?
Ya sabes las diferencias entre las metodologías Agile y Cascada. Conoces sus ventajas y sus inconvenientes. Y vamos a dar por hecho que no vas a cometer el error de decantarte directamente por Agile porque suena a algo moderno. Pero conocer las diferencias entre estos tipos de maneras de gestionar proyectos es una cosa y saber decidir cuál es la adecuada es otra muy distinta. (Incluyo una imagen con un cuadro que muestra las diferencias principales entre ambos tipos de modos de gestión).

A la hora de tomar esta decisión has de tener en cuenta factores como el tamaño del proyecto, su extensión en el tiempo, la complejidad, la incertidumbre, características organizacionales, las diferentes partes interesadas (internas y externas), etc.
No se puede categorizar ni a Agile ni a la gestión en Cascada como mejor que la otra. Es la naturaleza del proyecto la que determina qué tipo de metodología es la más conveniente en cada caso.
Errores al elegir metodología
Quiero ilustrarte con algunos errores al elegir metodología enfocados en aspectos clave. Con la experiencia se aprende cómo tomar esa decisión en función de la esencia del proyecto y todo lo que le rodea.
Las iteraciones y cambios
Éste es un punto clave en los proyectos ágiles. Los ciclos de dos a cuatro semanas con sus reuniones para planificar las acciones y, después, revisar el resultado.
Hace bastante hicimos un proyecto consistente en una aplicación de salud. Lo planificamos, diseñamos la herramienta y el equipo de desarrollo la programó. Al concluir, la presentamos los clientes, que en este caso eran mis jefes, los dueños de la empresa. Su respuesta fue inicialmente un silencio para añadir que no se correspondía con los últimos cambios que habían pensado. El fallo fue no programar esas iteraciones en las que incluir los cambios que surgieron con posterioridad a la puesta en marcha del proyecto.
Participación del cliente
Otro de los puntos clave de Agile es la intervención permanente del cliente en todo el desarrollo del proyecto. De esta manera, el resultado siempre está enfocado a las necesidades y deseos de éste.
Después de aquella experiencia creímos haber aprendido la lección y en el siguiente proyecto, una pequeña tienda online, quisimos que el cliente nos acompañara para que viera todo el diseño y funcionamiento de la herramienta según se iba desarrollando. De esta manera tomara las decisiones en el momento. Resumiendo, se retrasó el proyecto más del doble del tiempo esperado. El equipo de desarrollo esperaba el visto bueno del cliente para cada módulo de la web. Sin embargo, él no quería estar pendiente de todos los detalles que ya había definido. Sencillamente, tenía otras obligaciones.

Priorización de requisitos y presupuesto
En proyectos en Cascada se define el objetivo a alcanzar mientras que en Agile se van implementando avances.
En otra ocasión, ejecutamos dos proyectos en paralelo. En uno, el cliente definió claramente que resultado quería alcanzar (no podía involucrarse en el proceso). Mientras que en el segundo, fuimos evolucionando de acuerdo con los requerimientos que el cliente solicitaba tras cada iteración.
Al concluir el primero, el resultado fue más o menos el esperado. Se alargó una semana, pero no se superó el presupuesto y la web que desarrollamos era perfectamente funcional. Sin embargo, el segundo proyecto fue muy diferente. El cliente decidió paralizar el proceso cuando el costo se disparó debido a los cambios y añadidos que quiso implementar. Desgraciadamente, resultó un software totalmente desequilibrado.
Ten en cuenta que estos son dos ejemplos muy concretos. En ocasiones ocurre todo lo contrario. Si las necesidades cambian aplicar modificaciones en el diseño inicial dan como resultado un producto mejor.
El equipo
Independientemente de qué decidas al elegir metodología, la gestión del equipo es fundamental. No necesité mucha experiencia para darme cuenta de esto.
En cierta ocasión, puse al frente de un equipo a uno de sus integrantes. Mi idea es que se encargara de coordinar y dirigirles, debido a que yo tenía muchos frentes abiertos. Fue un gran error poner de capitán a un miembro con la misma categoría que el resto.
La solución fue definir un buen sistema de comunicación entre todos nosotros. De manera que se auto organizaran y nos pusiéramos al día con cierta frecuencia.
Entonces, ¿cómo elegir metodología entre Agile y Cascada?
Algo habitual en muchas organizaciones es establecer un modelo a seguir y no tener en cuenta la naturaleza del proyecto. Sin embargo, hay parámetros que puntúan por encima un tipo sobre el otro en función del proyecto.

Es apropiado optar por una gestión en Cascada cuando:
- Los equipos trabajan en remoto o en diferentes oficinas u organizaciones.
- El alcance, el plazo y el presupuesto es fijo y está determinado al inicio del proyecto.
- El proyecto es sencillo y no se esperan cambios.
- El cliente no espera participar en su ejecución.
En cambio, decídete por Agile si:
- Tú y tu equipo os vais a responsabilizar de todo el proyecto.
- La naturaleza del proyecto te induce a pensar que habrá cambios en los requisitos.
- Se trata de un proyecto complejo en el que no se ha definido el alcance total.
- El cliente quiere participar en el desarrollo del proyecto.
Pero, ¿es tan fundamental la metodología que elijas para que tu proyecto tenga éxito? Importante sí, pero no te garantiza el resultado. Hay otros aspectos estratégicos que tienen más peso en el devenir del proyecto. Y lo voy a resumir en una palabra: equipo.
Cuando hablo de equipo, me refiero a todos los que intervienen en la ejecución del proyecto. Sus habilidades, sus capacidades aportarán más a que el proyecto pueda concluir positivamente que la metodología elegida.
Busca un equipo que demuestre tener cualidades asociadas a la flexibilidad y adaptación. Que sea colaborativo, trasparente y abierto en la comunicación. Uno que ayude en la motivación y el enfoque al objetivo. Uno en el que sus miembros encuentren soluciones a los problemas. Y, sobre todo, guíate tú por este camino.
Conclusiones
Elegir metodología es un paso importante a la hora de esquivar problemas en la gestión de tus proyectos. De acuerdo con la naturaleza del proyecto puedes optar por seguir una gestión Agile o una en Cascada. No obstante, cabe la posibilidad de que busques una opción híbrida para la gestión de tus proyectos.
«El mundo es una posada y la muerte el final del viaje».
John Dryden