Es habitual cometer errores en productividad. Hoy te hablo de seis de esos mitos que debes desechar para que tú y tu equipo seáis más productivos.
No hay una verdad universal, no existe una receta que te haga ser, con absoluta seguridad, más productivo. Debes ser tú quien averigüe cómo alcanzar mayores niveles de eficiencia. Y lo que te vale a ti no tiene porqué funcionar para otra persona. En este post voy a repasar seis errores comunes que cometemos en muchas ocasiones, pero sin duda hay más.
Errores en productividad que no debes cometer
Gestión del tiempo
El tiempo no es un recurso que se pueda gestionar. El día tiene veinticuatro horas y se suceden sin parar. No puedes guardar tiempo para después, hacer que vaya más despacio o más deprisa. Tu día dura lo mismo que el de cualquier otro.
Lo que tienes que hacer es plantearte qué puedes hacer en esas horas. Lo importante es que controles la planificación de tareas y cómo las distribuyes en tu agenda. Por tanto, lo esencial es que sepas priorizar tus tareas en el tiempo de que dispones.

Madrugar
Si te levantas temprano podrás aprovechar más el día: ¡error! Hay factores que debes tener en cuenta.
Entre los errores en productividad, éste lo puedes evitar conociendo tu cronotipo. De poco sirve madrugar si tu perfil no es matutino (león). Seguramente lo pasarás mal y estarás realizando tareas en momentos de baja energía. Si eres de hábitos nocturnos tu nivel de productividad máximo es por la tarde. En este caso, lo aprovecharás mejor acostándote y levantándote tarde.
Tampoco sirve de nada madrugar si no planificas correctamente las tareas que vas a realizar en esos momentos de primera hora de la mañana.
Copiar los métodos de otros
Cada uno es diferente y los hábitos que utiliza gente productiva no tiene porqué ser válidos para ti.
Es muy bueno conocer las metodologías y saber aprovechar las herramientas que utilizan otros en su productividad personal. Sin embargo, eso debes hacerlo para identificar cuáles son las que se ajustan mejor a tus necesidades.

La solución universal
Éste y el anterior son errores en productividad que van de la mano. Si copias los métodos y técnicas que utilizan otras personas especialmente productivas, estarás cayendo en contradicciones.
No existe una única solución para mejorar la productividad. Dos personas muy eficientes pueden estar aplicando métodos opuestos, herramientas diferentes o hábitos incompatibles. Y, quizá, ninguno de ellos te sea útil para ti.
De nuevo, debes pasar por un filtro todas esas soluciones para identificar cuáles son las adecuadas para ti.
Ser productivo implica hacer todo
Si crees que ser productivo es acabar con todas las tareas que te impongas cometerás varios errores en productividad.
En primer lugar, probablemente saturarás tu lista de tareas pensando que debes realizar muchas actividades. El resultado será que no podrás concluir todas y acabarás frustrado. Por otra parte, tenderás a no delegar, lo que frustrará a tu equipo. Y, además, como querrás hacerlo todo, lo harás rápido y mal. El resultado puede ser nefasto, tanto en tus proyectos personales como en los profesionales.
Como te decía antes, es importante que realices una priorización de tareas adecuada. Que sepas qué debes hacer y cuándo. Y que lo que hagas lo hagas bien. Y no olvides los momentos de ocio y descanso. Es en esas situaciones de desconexión cuando la creatividad toma un papel protagonista.
Siempre se ha hecho así
Por favor, no cometas este error. La realidad es compleja y cambiante. A lo largo de la vida debes ser capaz de adaptarte a la situación en que te encuentras. Y en consecuencia, adapta tu sistema, metodología, herramientas o hábitos según las circunstancias.

Un ejemplo claro de esto es la jornada laboral. Mantenemos estructuras desde la Revolución Industrial. En muchos casos trabajamos con horarios cerrados que sólo son válidos para algunos. Con ello perdemos los picos de productividad de aquellos cuyos cronotipos les inducen a madrugar o a trasnochar. Y esto ocurre a pesar de que sabemos que todo ha evolucionado: el tipo de trabajo, las herramientas o la forma de trabajar. Sin embargo, pocas empresas se plantean realizar cambios para comprobar si mejora la productividad.
Otro ejemplo es el de dos trabajadores que optan a un puesto. Uno tiene diez años de experiencia en una empresa. El otro sólo dos años, uno en una empresa y el segundo en otra. Aparentemente, el primero parece ser más adecuado. Sin embargo, lo cierto es que ése en realidad tiene un año de experiencia repetido diez veces, mientras que el segundo tiene dos años de experiencias diferentes.
No se aprende de la experiencia, si no de la reflexión que hacemos después de ella.
Conclusiones
Un resumen para evitar errores en productividad podría ser el siguiente: descubre cómo puedes ser productivo tú, tu productividad es sólo tuya. ¡Ah!, y no tengas miedo a los cambios, te ayudarán a mejorar.
«Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos».
Miguel de Unamuno