Hoy en día, el intraemprendimiento debería ser de obligado cumplimiento en todas las organizaciones. En este post te explico qué es y por qué es tan importante en tu empresa.
¿Qué es el intraemprendimiento?
Se puede considerar una actividad disruptiva en la configuración tradicional de las empresas. Sin embargo, se trata de una idea desarrollada hace más de treinta años. El término lo desarrolló Gifford Pinchot en 1985.
Se trata de las acciones de emprendimiento desarrolladas bajo el respaldo de la empresa, a través del descubrimiento, evaluación y explotación de nuevas oportunidades de negocio.

Tradicionalmente, las empresas se dedicaban a una actividad y, en el mejor de los casos, se esforzaban por ser rentables y crecer. En estos casos apenas se produce una evolución en las actividades desarrolladas. Seguro que recuerdas empresas como Blockbuster, Kodak u Olivetti. Fueron grandes empresas que cerraron sus puertas al progreso y a la innovación. El resultado fue que se vieron abandonadas por los clientes. Ya nadie alquila una película en DVD, puedes ver lo que quieras en streaming.
A estas organizaciones les faltó la visión de alguien que les orientara a dirigir su actividad hacia un nuevo horizonte. Estabilizarse en un estado de confort resulta cómodo, pero se corre el riesgo de anclarse en el pasado.
El intraemprendimiento no consiste en tener un departamento de Innovación. Hace falta un cambio de mentalidad que debe ser asumido por las empresas. Este enfoque requiere un cambio cultural muy serio. En muchos casos se tienen que romper barreras y afrontar la resistencia de la propia organización.
El intraemprendimiento en las empresas
Para que se produzca este proceso de evolución se necesita una dedicación al intraemprendimiento en las empresas. La solución es un personal experto que genere nuevos modelos de negocio.
Como te decía antes, no basta con innovar por innovar. Es necesario encontrar un objetivo que alcanzar y llevar a cabo el proceso de emprendimiento.
Muchos emprendedores se quedan por el camino en sus aventuras. Ya sea por falta de recursos, de medios, de financiación… no llegan a materializar sus ideas. En cambio, si desarrollaran sus ideas apoyados por empresas consolidadas, muchas de éstas se harían efectivas.

Quizá sea algo innato en el ADN de las nuevas empresas que bajo la metodología lean startup han prosperado en los últimos tiempos. Su mentalidad les permite recibir con los brazos abiertos nuevas ideas de negocio y llevarlas a la práctica. Es ahí donde reside un gran beneficio de la gestión de proyectos, en no dejar de llevar proyectos a la práctica.
Google es un ejemplo de intraemprendimiento. En su caso libera un 20 % del horario laboral a los trabajadores que quieran realizar proyectos internamente. Cuando un proyecto innovador sale adelante pueden obtener participaciones en la iniciativa. Probablemente, la mayoría de estos proyectos serían olvidados sin intentarlo de no contar con el respaldo de esa organización.
El proceso de intraemprender
Como te decía antes, el primer obstáculo se encuentra dentro de la propia empresa. Quién va a ceder recursos para que sus empleados pongan en marcha proyectos cuando la empresa funciona bien. Es el propio empresario quien debe plantearse este cambio de mentalidad y potenciar al intraemprendedor.
Debe entender que tarde o temprano sus clientes van a encontrar alternativas. Que van a dejar de alquilar películas en el videoclub y las verán por Internet. Dedicar recursos a estudiar otras vías de negocio es una inversión, probablemente un salvavidas.
Conclusión
El intraemprendimiento consiste poner en marcha proyectos innovadores desde el seno de empresas consolidadas. Esto, algo aparentemente tan lógico, resulta extraño en la mayoría de las compañías. Sin embargo, en muchos casos es la diferencia en desaparecer y caer en el olvido o despuntar en un entorno de evolución constante.
«El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan».
Arnold Joseph Toynbee