La perspectiva en GTD representa el objetivo al que llegas cuando dominas el proceso de los cinco pasos de control. Aquí te explico cómo funciona.
En la metodología de David Allen, GTD (Getting Things Done), se busca alcanzar un estado en el que no te veas superado por el entorno y las circunstancias. El método pasa por un proceso inicial en el que debes asumir el control en cinco pasos. Sin embargo, ese proceso no es el fin de la metodología, sino simplemente un medio.
La perspectiva en GTD

Todo ese proceso previo te permite liberar de tu mente el exceso de información que llega a bloquearte. Cuando consigues extraer todos los contenidos que te dificultan la visión puedes descubrir la dirección hacia la que estás orientado. Y, si fuera necesario, podrías cambiar el rumbo.
David Allen identifica seis niveles de enfoque, con los que crea la analogía de diferentes niveles de altitud de un avión. La perspectiva se obtiene recorriendo esa serie ordenada de niveles de visualización. Para obtener la claridad necesaria para orientar tu vida debes subir y bajar por esos niveles.
Es esencial que pases por todos los niveles. Mientras que si te centras en los niveles inferiores, porque te centras en las necesidades inmediatas, pierdes de vista los niveles superiores. Y, del mismo modo, si enfocas tu visión a los niveles más elevados olvidando los inferiores, estarás dejando a aquellos sin el sostén que les dan los otros.
Los seis niveles de la perspectiva en GTD
Para dominar la perspectiva en GTD se deben viajar por estos seis niveles de visualización.
- Acciones. Pista de aterrizaje. Se refiere a las tareas únicas. Todo aquello que puedas hacer de una sola vez. Por ejemplo, llamar a un amigo, limpiar la casa o recoger a tu hijo del colegio.
- Proyectos. 3.000 metros. Si necesitas más de una acción para concluir ese elemento te encontrarás ante un proyecto. Cenar en un restaurante con tu pareja estará compuesto de varias tareas: reservar mesa en un restaurante, arreglarte y acudir a cenar. Preparar un presupuesto para un cliente: analizar los requerimientos que solicita, valorarlos, elaborar el presupuesto y enviárselo.
- Áreas de enfoque y responsabilidad. 6.000 metros. Incluye todo aquello con lo que estés comprometido en el día a día. Hace referencia a esas obligaciones que tienes tanto contigo mismo como las que has adquirido con otras personas.
- Metas y objetivos. 9.000 metros. Consisten en todos los estados que debes alcanzar para conseguir lo que deseas. Es importante que estas metas y objetivos se alineen con el siguiente nivel, tu visión.
Los seis niveles de la perspectiva en GTD - Visión. 12.000 metros. La visión es lo que te permite valorar lo que deseas en tu vida a largo plazo. Sirve para descubrir qué encaja y qué no encaja en tu vida de cara al largo plazo.
- Propósito y principios. 15.000 metros o más. Delimitan los valores que definen tu vida ante cualquier situación y por qué haces lo que haces en tu vida.
Puntualizaciones a la perspectiva en GTD
Es fundamental que los seis niveles de tu perspectiva en GTD estén alineados. La idea consiste en que no estés realizando proyectos o acciones que discrepen de la visión que tengas, tu propósito y principios.
Sin embargo, se trata en gran medida de una teoría, una simplificación excesiva de la realidad. En la práctica resulta extremadamente difícil, por no decir imposible, concebir la perspectiva como algo único. En nuestras vidas, asumimos una cantidad de circunstancias que hacen inviable la existencia de esa homogeneidad entre niveles. Debido a esto el proceso de subir y bajar de niveles resulta más complicado de lo que parece.
Todo esto provoca que en la práctica prestemos menos atención a la perspectiva de la que, tal vez, deberíamos. En la agenda de nuestro día a día tenemos demasiadas cosas como para pararnos a pensar en los distintos niveles. No estoy diciendo que haya que descartar esta visión.

La perspectiva en GTD se resume en revisar con cierta frecuencia una serie de elementos situados en los seis niveles. De esta manera adquirirás información esencial para tu proceso de toma de decisiones. A medida que adquieras en hábito de realizar ese ejercicio proactivo de incorporar esa información relevante éste se convertirá en un proceso intuitivo.
En definitiva, el proceso de recorrer los seis niveles de la perspectiva en GTD aporta claridad. Sí, pero fundamentalmente lo que obtienes es la asimilación, primero proactiva y después intuitiva, de información relevante para la toma de decisiones.
Conclusión
La perspectiva en GTD establece seis niveles que debes recorrer en sentido tanto ascendente como descendente. En los próximos posts te iré descubriendo cada uno de ellos. El resultado será que podrás adquirir mayor efectividad en el proceso de toma de decisiones en tu vida.
“Piensen como quieran de ti las gentes, obra según te parezca justo. Mantente indiferente a la alabanza y al vituperio”.
Pitágoras