Practicar mindfulness es sencillo y no te robará mucho tiempo. Dedicando unos minutos cada día podrás alcanzar un buen nivel. Te lo explico.
Los beneficios que mindfulness te reporta son muchos, por tanto, dedicar algo de tiempo a ejercitarlo es una inversión. Esto es especialmente importante si tu papel es el de líder de un equipo. Su efectividad ha sido contrastada. En este sentido, no consideres que estás destinando tiempo y esfuerzo a algo inútil. Y tampoco debes pensar que la atención plena no es algo que vaya contigo. Cualquiera tiene capacidad y posibilidades de practicarla.

Mindfulness es el camino para centrar la atención en el tiempo y el espacio en el que te encuentras. Tu mente, la de todos, se deja llevar por pensamientos. De lo que se trata es de enfocarlos en el aquí y en el ahora.
Practicar mindfulness
Puedes diferenciar dos formas de practicar mindfulness. Una es la meditación o práctica formal. La otra sería una práctica informal, una alternativa, o más bien un complemento.
Práctica formal de mindfulness: meditación
Sin entrar en profundidad en cómo realizar la meditación, debes conocer que existen dos tipos fundamentales de técnicas.
Por una parte, están las consistentes en concentrarte en algo. Por ejemplo, fijar la atención en una palabra, un texto, tu respiración o un objeto. El sentido de esto es aislarte del ruido mental que tienes (todos tenemos) constantemente. Así, alcanzarás un estado relajado y calmado.
En este grupo, se incluye la meditación trascendental, que consiste en la repetición de mantras.

Por otra parte, tienes la meditación basada en la atención plena o mindfulness. Este tipo de meditación no busca concentrar la mente. Se trata de captar todo lo que pasa por ella o que percibe del exterior. Eso sí, no debes detenerte en esas cosas ni juzgarlas. Tu función aquí es de mero espectador.
En este caso, el foco está orientado al momento presente. Se dejan de lado, desaparecen, las preocupaciones del pasado y del futuro.
Práctica informal de mindfulness
Este tipo de forma de practicar mindfulness busca llegar al presente enfocándote conscientemente en una tarea concreta. Lo que estés haciendo en ese momento: pasear, limpiar, comer, lo que sea.
En cualquiera de los casos mindfulness consiste en darse cuenta y volver, de una forma amable contigo mismo, al presente.
De nuevo, es esencial que no juzgues la experiencia que estás viviendo. Debes aceptar su esencia tal y cómo es. Sé consciente de ella y vívela. En este caso, debes atender plena y voluntariamente a lo que estés haciendo, dejando que tu cuerpo se relaje, pero a la vez estando alerta de lo que ocurre en ti y entorno a ti.

Consciencia mindfulness
La atención plena te ayuda a ser más consciente de lo que te rodea. Te permite identificar tus pensamientos, tus emociones y tus percepciones físicas. El resultado de esto es que consigues alcanzar una serie de objetivos:
- Aprendes a notar cuándo estás atrapado en pensamientos negativos. Este es el primer paso para gestionarlos y, así, liberarte de ellos.
- Puedes percibir el efecto que causan en ti, y en tu cuerpo, los pensamientos, las emociones y los hechos.
- Te aporta la capacidad de decidir cómo enfrentarte a esos sentimientos. Estará en tu mano la elección de cómo afrontarlos.
- Serás consciente de esos pensamientos que pasan por tu mente, que te abruman, pero que no definen quién eres tú.
Conclusiones
Practicar mindfulness es algo accesible y sencillo que puedes hacer sin consumir mucho tiempo o esfuerzo. Hay dos conceptos que debes tener en cuenta al hacerlo: vive el presente y ábrete a las experiencias con aceptación.
El siguiente paso es saber cómo realizar esta práctica. En el próximo post te explicaré cómo realizar diez ejercicios de mindfulness que te ayudarán mucho.
«Cuatro características corresponden al juez: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente».
Sócrates