La existencia de riesgos en la gestión de proyectos es algo inevitable. Siempre, absolutamente siempre, nos vamos a encontrar con situaciones de incertidumbre a lo largo del ciclo de vida del proyecto. En estos casos una buena gestión del riesgo es esencial para alcanzar de manera más eficaz el objetivo del proyecto.
Tipos de riesgos
En la gestión de proyectos nos enfrentaremos a multitud de situaciones de riesgos. Te doy ejemplos. En el caso de gestión interna pueden surgir problemas con el personal. En otros casos, en gestión externa el riesgo puede venir de incumplimientos por parte de la empresa gestora. Por otro lado, en casos de comercio exterior nos podemos enfrentar a riesgos de tipo de cambio. Hay riesgo de cambios en el mercado, en modificaciones en la legislación que afecte al proyecto, riesgo por cambios medioambientales…
No te puedo dar un listado. Además, siempre pueden surgir riesgos inesperados. En la medida de lo posible debemos minimizar los que sean conocidos y ser capaces de actuar ante los que puedan aparecer a lo largo del proyecto.
Cómo afrontar los riesgos en la gestión de proyectos

Cuando un responsable de un proyecto pone en marcha la gestión del riesgo puede optar por enfrentarse a él de varias maneras. En función de la naturaleza del mismo, del tipo de proyecto, de las características de la empresa o del entorno socioeconómico en el que se encuentre, se puede optar por elegir una u otra forma.
Si la empresa es capaz, se pueden asumir ciertos niveles de riesgo en determinadas áreas. Supongamos que la empresa dispone de suficientes recursos, en caso de bajas de personal puede poner sustitutos; en caso de tener maquinaria de sobra podemos cubrirnos ante averías.
Si la empresa no es capaz, se pueden subcontratar tareas. De esta manera se hace recaer sobre la externa el riesgo. En esta situación, en el contrato que se firme con ella se le obliga a asumir un determinado nivel de riesgo.
Con esto podemos entender que los riesgos en la gestión de proyectos se pueden asumir, compartir o trasladar por completo.
El plan de administración del riesgo
El responsable del proyecto en su labor de gestión del riesgo debe documentar en el plan de administración del riesgo los procedimientos a seguir ante los riesgos. En el plan identificamos los riesgos asociados a cada tarea, la probabilidad de que sucedan y la repercusión que puede tener en la ejecución del proyecto. Además establecemos para cada tarea unos límites asumibles de plazos y costes derivados de los riesgos inherentes a ellas y los protocolos de actuación ante tales riesgos.
Conclusión
Saber cómo afrontar riesgos en la gestión de proyectos es una tarea propia del responsable del proyecto. En el desempeño de su labor debe realizar un plan de administración del riesgo en el que documente cómo enfrentarse a los riesgos que a lo largo de la ejecución del proyecto puedan materializarse.
«No quiso la lengua castellana que de ‘casado’ a ‘cansado’ hubiera más de una letra de diferencia».
Felix Lope de Vega y Carpio