Aplicar Seis Sigma en pymes es una opción totalmente viable. Hoy te explico cómo hacerlo y cómo se vincula con la metodología Lean.
Implantar Seis Sigma en pymes
Cuando alguien se plantea utilizar Seis Sigma en una pequeña empresa, la dificultad y el coste son una barrera que puede impedir hacerlo. Por ello, es preferible decantarse por un sistema de mejora de menor complejidad. En cualquier caso, los principios de esta metodología siguen siendo completamente válidos en estos casos.
Aunque estos métodos parecen más orientados a grandes empresas industriales, la aplicación en empresas de menor tamaño y enfocadas a la prestación de servicios es perfectamente posible. No sólo eso. Además, suele resultar más sencillo y efectivo. La implementación da resultados positivos con más velocidad. Y, en consecuencia, resulta más fácil involucrar a todos los trabajadores.

El ciclo PDCA
La propuesta será efectuar cuatro etapas siguiendo el ciclo PDCA (Plan, Do, Check, Act), o PHVA (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar). También se le conoce como Círculo de Deming, por Edward Deming, su autor. Se trata de una opción de menor complejidad que las etapas DMAIC para implementar Seis Sigma en pymes.
Son cuatro pasos que se repiten cíclicamente con el objetivo de aumentar la eficacia, mejorar la calidad, solucionar problemas, eliminar riesgos, etc. Así, todas las actividades y procesos se evalúan periódicamente para incorporar mejoras en cualquier aspecto.
- Plan (planificar). Identifica qué procesos son susceptibles de mejorar y define los objetivos que quieres lograr. Localiza esas posibles mejoras. Para ello, desarrolla grupos de trabajo, escucha a los trabajadores, investiga qué nuevas tecnologías pueden resultar útiles, etc.
- Do (hacer). Implementa los cambios correspondientes. En lugar de hacerlo de forma definitiva, puedes hacer una prueba piloto.
- Check (verificar). Dedica un periodo de tiempo a valorar el funcionamiento y los resultados de los cambios. Si no se obtienen los objetivos deseados, deberás modificar otros cambios para poder alcanzarlos.
- Act (actuar). Si los resultados suponen una mejora con respecto a la situación inicial, será el momento de implantar la mejora de forma definitiva y a mayor escala. En caso contrario, tienes dos opciones. O bien, realizas nuevos cambios para mejorar los resultados. O, puedes desechar ese planteamiento de mejora.
Tras concluir el cuarto paso debes repetir el proceso con periodicidad para identificar nuevos aspectos a mejorar.
En todas estas fases puedes hacer uso de las mismas herramientas de las que te hablé en el post sobre los recursos de Seis Sigma.

La vinculación de la metodología Lean con Seis Sigma en Pymes
Ambas metodologías están enfocadas a la mejora de la productividad y al aumento de la calidad. Y tanto, en Seis Sigma, como en Lean, han demostrado funcionar con éxito en empresas grandes. Sin embargo, en pequeñas y medianas empresas se plantean dificultades. En este sentido, existe un enfoque que combina ambas metodologías y que está adaptado a ese tamaño de organizaciones. Se trata de Lean Seis Sigma (LSS).
El enfoque parte de que la compañía se prepare para la implementación de LSS. Después, deberá identificar los puntos de mejora y crear los proyectos para tratarlos. A continuación, se deberán ejecutar éstos de acuerdo con un orden de prioridad. Por último, como es de esperar, se debe evaluar el resultado obtenido.
Un factor determinante en este enfoque es tener siempre presente el concepto Kaizen, la mejora continua. Es necesario que las personas interioricen esta idea como ayuda ante la habitual resistencia al cambio. En este sentido, es preferible introducir pequeñas modificaciones en sus rutinas de forma constante, antes que un único gran cambio.

Aquí juega un papel fundamental el papel del líder. Entendiendo a éste como los directivos encargados de impulsar los cambios y de dirigir todo el proceso, desde la planificación hasta la ejecución.
Es labor de éstos, definir las metas y objetivos estratégicos a alcanzar. Pues, sobre estos objetivos, se sustentan las iniciativas de mejora a implementar, tanto para procesos, como para los productos o servicios. Y es fundamental, poder valorar cómo la implantación de LSS ha afectado a la empresa.
Conclusiones
La dificultad de aplicar Seis Sigma en pymes desaparece con el ciclo PDCA, que simplifica el proceso de implementación. Pero, si quieres ir un paso más allá, sólo tienes que vincular la metodología Lean con Seis Sigma (LSS). La mentalidad Kaizen, tanto en ti, como en todo tu equipo, será una ayuda fundamental para que se produzca una mejora constante de la productividad, la eficiencia y la calidad.
«Bienaventurado el que tiene talento y dinero, porque empleará bien este último».
Charles de Montesquieu