Las similitudes entre Scrum y Kanban te ayudarán a entender sus diferencias y, así, podrás valorar cuál es más adecuado para ti. Sigue leyendo.
Conocer las similitudes entre Scrum y Kanban te permitirá sentar las bases de la metodología ágil que desees aplicar. Después, en próximos posts, te contaré las diferencias. Así podrás decidir qué camino decides tomar.
Las similitudes entre Scrum y Kanban comienzan por su raíz
Efectivamente, las dos herramientas de gestión se fundamentan en la metodología Ágil. En ambos casos se prima la respuesta al cambio frente a la planificación a largo plazo.
El equipo de trabajo gestiona las tareas que acomete de manera ajustada a su capacidad. Con ello evitan acumular trabajo en espera y, de esta manera, las entregas de productos al cliente son más fluidas.

Una de las similitudes entre Scrum y Kanban más destacada es que se rigen por criterios empíricos. Cuando pongas en marcha proyectos gestionados por estas metodologías tendrás que aplicar tu criterio. Es decir, ambas te proporcionarán una serie de reglas, pero tú debes decidir cómo aplicarlas. Y eso es algo que deberás hacer basándote en la experiencia.
¿Cuánto trabajo debes incluir en un Sprint de Scrum? Prueba. ¿Cuál es el límite de WIP en una fase del proceso en Kanban? Tendrás que decidirlo tú. Y si no funciona podrás cambiar.
¿Recuerdas cuando te hablé del concepto Kaizen en Kanban? ¿Y de las reuniones en Scrum, en concreto de las Sprint Retrospectives? En ambos casos se trata de encontrar formas de mejorar los procesos gracias a la experiencia. Obtendrás un feedback más eficaz cuando los procesos son relativamente cortos y los resultados se aprecian con más rapidez. Sin embargo, no deben ser tan breves que no puedas considerar que los efectos sean representativos.
En definitiva, la idea es que sigas un ciclo de mejora continua: cambia algo, observa cómo funciona, aprende de lo que ha pasado, cámbialo de nuevo…
El trabajo en curso
En el caso de Kanban deberás establecer el límite de trabajo en curso que se desarrolla en cada fase del proceso productivo. De esta manera, habrás ajustando el tiempo de elaboración de los productos. Al evitar que se estén produciendo demasiados a la vez, el resultado es que se reduce la duración desde que se inicia hasta que se acaba la elaboración de un producto.
En Scrum se denomina Sprint Backlog, y es la cantidad de trabajo que se debe ejecutar en un Sprint. Es decir, el equipo se reúne y decide qué trabajo se tiene que entregar al finalizar el siguiente ciclo. Su experiencia les indicará su velocidad y, en consecuencia, el número de elementos aceptables por iteración. De esta manera, se está limitando el WIP (Work In Progress).
¿Se puede considerar esto como una de las similitudes entre Scrum y Kanban? Sí. En Scrum el límite WIP se establece por unidad de tiempo (el Sprint), mientras que en Kanban el WIP se limita según el flujo de trabajo (número de tareas).

La fragmentación del producto
En relación con el punto anterior las dos metodologías buscan acortar los tiempos de entrega de los productos a los clientes. Cuando se trata de pequeños elementos no hay ninguna pega. Pero en ocasiones, el producto que se debe entregar es demasiado grande. En estos casos se intenta fragmentarlo. Es decir, podrás crear pequeños subproductos entregables. En el caso de Scrum los fragmentos deben caber en un Sprint.
Esto, además, enlaza de manera perfecta con la idea ágil de adaptación a los cambios. Un cliente que va recibiendo fragmentos de su pedido puede solicitar modificaciones en el resto del producto que aún no se ha producido.
Conclusión
En los próximos posts te hablaré de las diferencias, y verás que son más. Sin embargo, las similitudes entre Scrum y Kanban son más importantes que aquellas:
- Se sustentan en la base de la filosofía Ágil.
- Siguen procesos empíricos.
- Limitan el trabajo en curso.
- Promueven la fragmentación del producto.
“Un cínico es un hombre que sabe el precio de todas las cosas e ignora aún el valor de una sola”.
Oscar Wilde