La técnica OKR es la perfecta ayuda para conseguir los resultados empresariales deseados. Si aprovechas las ventajas de esta técnica, sin duda, mejorarás la productividad y la efectividad. Si quieres conocer en qué consiste, en este post te desvelo sus secretos.
Este post sobre la técnica OKR es una extensión de otros posts sobre objetivos empresariales. Hace tiempo te hablé de los objetivos SMART y de cómo llevarlos a la práctica. Estoy seguro que podrás apreciar ciertos parámetros coincidentes entre SMART y OKR. Mi intención es trasladarte las mejores opciones para alcanzar los objetivos que te propongas en tus proyectos.
¿Qué es la técnica OKR?

Se trata de una metodología que implantó Intel en los años 70. Sin embargo, a lo largo del tiempo ha sido adoptada por muchas otras empresas como Google, Dropbox, Spotify o Linkedin. La idea es alcanzar objetivos gracias a la definición de métricas específicas hacia las que se dirijan los esfuerzos de los empleados.
OKR son las siglas de Objectives and Key Results (Objetivos y Resultados Clave). El propósito de esta técnica es orientar a los equipos de trabajo hacia un objetivo común. Un objetivo que debe ser concreto y medible y hacia el que todo el equipo en conjunto enfoque su dedicación.
El funcionamiento de la técnica OKR
Un OKR está compuesto por un objetivo y uno o varios resultados clave. Te pongo un ejemplo:
Objetivo: Mejorar antes de final de año en el nivel de calidad de nuestros productos.
- 1er Resultado clave: Reducir en un 20% las devoluciones de productos por parte de nuestros clientes.
- 2º Resultado clave: Incrementar en un 10% las recomendaciones de nuestros productos.
- 3er Resultado clave: Aumentar en un 25% las valoraciones en Amazon.
Como ves en el ejemplo, el objetivo es un propósito a alcanzar que no puede ser medible. Sin embargo, los resultados clave concretan, ahora sí de manea cuantificable, el objetivo propuesto.
Al plantear los objetivos no tienes porqué limitarte a nivel de empresa. Puedes implementarlos por departamentos, áreas, equipos de trabajo o, inclusive, a nivel individual.
Factores importantes en la aplicación de la técnica OKR
Cuando decidas implantar esta técnica en tu empresa debes hacerlo bien. Te ofrezco una guía que te evitará cometer errores.
- Cada objetivo debe contener entre uno y cuatro resultados clave. No obstante, es recomendable que sean tres o cuatro. Más de cuatro supondría elevar el nivel de complejidad del objetivo.
- No debes de asignar más de tres objetivos la misma persona, equipo, o empresa. Ampliar el número de objetivos conllevaría la pérdida de foco y, en consecuencia, un descenso de la productividad. Además limitándote a ese máximo de tres te obligarás a centrarte en los que sean realmente importantes en el objetivo global del proyecto.
- Los OKR deben ser conocidos, visibles, accesibles, como quieras decirlo, para los implicados. Si aquellos a quienes se asignan los objetivos los desconocen o no los tienen presentes se olvidarán de ellos. El resultado de la técnica será un fracaso absoluto.
Objetivos para el equipo - Debe hacerse un seguimiento permanente del cumplimiento de los resultados clave. Por esta razón es importante que éstos sean cuantificables. Si un equipo descubre que no va por buen camino podrá alterar su estrategia para alcanzar los datos esperados.
- En relación con lo anterior, el responsable del OKR deberá actualizar el estado de cada resultado clave. Es recomendable, dependiendo de la métrica, que la actualización se realice de forma semanal o mensual.
- Los OKR no funcionan como una constante, deben revisarse con regularidad. Teniendo en cuenta las circunstancias que puedan afectar a los valores, deberás corregirlos.
- Como referencia, en muchas empresas se considera un éxito para el proyecto alcanzar un 70% en los objetivos.
Conclusión
La técnica OKR es una forma efectiva de mejorar la productividad en tu empresa. Este método presenta bastantes coincidencias con los objetivos SMART, lo que apoya la idea de su calidad para la obtención de los objetivos propuestos. Y ahora descubre los beneficios de aplicarla.
“La calumnia es como una avispa que es inoportuna y contra la cual no se debe hacer ningún movimiento si no se está seguro de destruirla”.
Nicolas Sebastien Roch (Chamfort)