Desde hace unos años el término VUCA se ha extendido hasta niveles sorprendentes. Hoy te cuento qué es esto y por qué es importante.
El origen del término VUCA
Nos encontramos en los años noventa del siglo pasado. Tras la Guerra Fría en escenario político se presenta incierto, con cambios bruscos y con consecuencias inesperadas. En el ejército de Estados Unidos se origina este término. VUCA son las siglas de Volatility, Uncertainty, Complexity y Ambiguity (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad).
Estos conceptos, que originariamente se aplicaron a ese estado que surgió tras la caída del Telón de Acero, hoy en día definen el entorno en el que las empresas se encuentran. En casi cualquier sector, servicios, industria, tecnología, financiero, etc., las alteraciones del mercado, los avances tecnológicos o las cambiantes preferencias del consumidor permiten aplicar estos conceptos a cualquier proyecto.

Esto, sin duda, deriva en que a la hora de determinar su estrategia, su organización o si planificación estas organizaciones deban plantearse dos cuestiones:
- ¿Cuánto saben sobre una determinada situación que les puede afectar?
- ¿En qué medida pueden anticipar los efectos de sus acciones?
Vamos a profundizar en cada uno de estos cuatro conceptos.
Los cuatro elementos de VUCA
Volatilidad
Se refiere a los cambios que se producen en el entorno en el que nos encontramos. Pero, además, hay que tener en cuenta tres factores que los determinan.
- Cantidad: nos enfrentamos a un estado de constante cambio. Se producen alteraciones con una gran frecuencia.
- Velocidad: estos cambios se producen con mucha rapidez. Los cambios no avisan, no te dejan prepararte. Ocurren de un momento a otro.
- Importancia: no se trata de pequeñas alteraciones. Son cambios muy significativos con efectos relevantes.
Los precios de los productos pueden sufrir fluctuaciones considerables en periodos de tiempo brevísimos. Los cambios de tendencia se suceden sin tiempo para reaccionar. Este entorno requiere un alto conocimiento y una gran capacidad predictiva. Se trata de ser capaz de actuar de forma rápida y eficaz y, si es posible, anticipándose.
¿Te ves capaz de obtener una visión completa y, así, predecir qué dirección seguir? ¿Te sientes en condiciones de tomar decisiones correctas de manera ágil?

Las empresas no pueden dejar de evolucionar porque así lo demanda la sociedad. Incluso, si no es la sociedad quien lo busca, se producen situaciones que nos obligan, como la crisis económica de 2008 y, como no, los efectos de la pandemia que estamos sufriendo este año 2020.
Los causantes de esta volatilidad son la globalización o la transformación digital, entre otros. Nos guste o no, es lo que nos ha tocado vivir. Si buscas un mundo estático, con procesos estables, te has equivocado de época.
Incertidumbre
Decir incertidumbre, es lo mismo que hablar de impredecibilidad. Nadie es capaz de conocer con absoluta seguridad el curso de los acontecimientos futuros. De hecho, sabemos que se van a producir cambios, pero desconocemos la dirección que van a tomar.
En este aspecto, el éxito radica en la capacidad para anticiparse a los imprevistos, o adaptarse a ellos un poco más rápido que la competencia. Aquí, un alto nivel de conocimiento e información son cruciales para reducir esa incertidumbre.
Este concepto dentro del entorno VUCA afecta a la validez de las estrategias empresariales. Los efectos de la incertidumbre limitan la seguridad en el proceso de planificación a medio y largo plazo.
Un resultado de este factor es que por primera vez la experiencia deja de ser fundamental. Ahora no se pueden tener como referencia las situaciones pasadas de cara a la toma de decisiones.
Complejidad
Este contexto es complejo porque existe un número brutal de interconexiones entre sus distintos elementos. Muchas veces es casi imposible distinguir entre la causa y el efecto de algo (¿qué fue primero el huevo o la gallina?).
El hecho de que los factores que intervienen en un proyecto dispongan de miles de interconexiones hace que se vean afectados por otros elementos ajenos al proyecto. Elementos con los que no contamos pero que interfieren sensiblemente, lo que origina confusión y desconcierto.
En consecuencia, entender y manejar este entorno se hace complicadísimo. De hecho, en algunos casos se incluye el término «caótico» en este concepto (VUCCA) añadiendo una segunda «C».

La complejidad implica que han aumentado exponencialmente los factores a considerar en la toma de decisiones. Se trata de otro efecto de la globalización al interconectar a todo el mundo. Aumenta la información, pero también la desinformación.
Ambigüedad
La ambigüedad es una extensión de la complejidad. Al enfrentarnos a un entorno complejo nos resulta difícil comprender el resultado de todas esas interrelaciones. Se produce una carencia de capacidad a la hora de interpretar los efectos de una determinada acción. Lo que, a su vez, nos lleva a la impredecibilidad, ya que nos enfrentamos a múltiples interpretaciones de los resultados de un efecto. Iguales condiciones originan consecuencias diferentes.
De nuevo, se manifiesta la falta de validez de la experiencia pasada a la hora de predecir resultados. Antes, una decisión A provocaba el efecto B. Ahora, esa misma decisión tiene repercusiones ambiguas, impredecibles e incontrolables.
Conclusiones
El entorno VUCA se refiere al contexto cambiante en el que nos encontramos. Sin embargo, podemos ser capaces de adaptarnos a ese entorno, aunque suponga un gran desafío. Incluso, se puede sacar partido a situaciones que pueden parecer hostiles. Aquí juegan un papel fundamental los líderes capaces.
«Seamos esclavos de las leyes para poder ser libres».
Marco Tulio Cicerón